Sobreviviendo Sunjam 2012

Aunque cueste horas (aproximadamente 12) en bus y 50 minutos en ferry (Utila Princess) para llegar a Utila, Islas de la Bahía, Honduras, vale la pena pasar tres noches allí. Nosotros nos fuimos por el Sunjam 2012 , fiesta/festival de música eléctronica/techno-house más grande de Centroamérica. Empezó en el 1996 cuando se descubrió el potencial del cayo Water Cay, una islita desierta que desde entonces alberga a la fiesta que llama la atención de Djs y "ravers" de todas partes del mundo.

Playa caribeña, Utila

Yo no puedo comparar el Sunjam con el de los años anteriores pero puedo decir que se notaron los esfuerzos de organización en cómo estaba el lugar de iluminado, en la ambientación y los visuales que hasta se veían en los arbolitos (porque estás al aire libre, en la arena, bailando y tripiando)... El año pasado habían sido 1600 personas y esta vez 2000, me contaba el floor manager. Además de las buenas vibras, seguridad, puestos de comida, baños disponibles si trepabas un barco enorme que estaba anclado afuera, el bar funcionaba muy bien y no era ni tardado ni problemático conseguir un trago o una botella de agua. Y tenés a disposición cualquier rincón de la islita para echarte a escuchar la música frente al mar, con vista a la luna (waxing crescent moon, 4 de agosto 2012).
Hablando de la música, el line-up -- que empezaba alrededor del mediodía y hasta la mañana del día siguiente-- incluía al salvadoreño Carlos Padilla, la nicaragüense Tamara Montenegro, el hondureño Balto  y muchos más. A las 3:30 PM, llegué viendo a gente bañándose en la playa caribeña y adentro otros bailando, empezando.

El ambiente Sunjam empieza mucho antes: en medio del ambiente relajante y la cultura isleña, empieza el Sunjam Warm Up en el Coco's Bar hasta el domingo pos-Sunjam. La fiesta empieza, dura y sigue sobre el muelle, con una variedad de djs y sets. El viernes 3 que nosotros llegamos, estuve con Wackobytes que ponía visuales, alternando entre proyecciones sobre tela semi-transparente y sobre el techo del rancho, conforme se iba llenando el bar. El domingo se lo dediqué menos a la fiesta y más al descanso, tanto que encontramos las energías para ir a esnorquelear a Coral View, un coral impresionante.

El contrario del viaje en lancha al Sunjam.

Desde las horas que tenés que atrevesar por tierra y la opción de quedarte en La Ceiba si perdés el ferry, hasta la lancha para llegar al Water Cay, y de regreso.... todo hace que el viaje al Sunjam sea una odisea -- especialmente cuando el mar está súper picado y vas en una lanchita de algún pescador que lleva a sunjameros por 100 lempiras. Suena ameno pero puede llegar a ser bastante tenebroso cuando lo único que ves son olas gigantes, agua que entra al barquito que va rebotando, el sentimiento de que vas a salir volando en cualquier momento y contemplando ¿y qué pasaría si esto se da vuelta y me quedo varado en medio oceano Atlántico?