La leyenda del Río Sapo


esta es la época ideal para bañarse en el Río Sapo

Iba en el carro con mi prima, camino a San Salvador desde Antigua Guatemala, Guatemala vía la frontera La Hachadura, cuando caí en cuenta que aún tenía días de vacación por aprovechar. Era el 31 de diciembre y yo no tenía que regresar a la oficina sino hasta el 5 de enero. ¿Qué iba a hacer con estos días de libertad?

Tiré un par de ideas al aire y la Rocío, mi prima, me dice “Me gusta esto de ir a Perquín”, sin saber que implicaba el compromiso de manejar por 4h30min de camino y una promesa de no hacer nada en las montañas. Y, chivo, reservé la cabaña en el Hotel que nos recibió el 1ero de enero a eso de las 3pm después una ruta cuestionable. Mi equipo aventurero y yo nos fuimos por la carretera Comalapa, luego agarramos la carretera del Litoral buscando Zacatecoluca, nos desviamos en el By Pass a Usulután y agarramos de allí la Ruta Nacional 16. Comiendo sandwichitos hechos por mí para amortiguar el hambre a lo largo del viaje, bordeamos todo el Volcán Chaparrastique y aparecimos por allí por San Miguel. Agarramos la carretera Panamericana y luego la Ruta de la Paz hasta llegar al Hotel Perquín Lenka, 36 km. aprox. después San Francisco Gotera.

Bueno, ¿y hoy? ¿Qué hacemos?

Primero, seguimos recto en la carretera en la que veníamos hasta llegar a Perquín. Pasamos La Casa de la Abuela, único restaurante de la zona referido en Trip Advisor por un turista gringo, y seguimos recto hasta que vimos un rótulo que decía “Parque Museo” y llegamos al Museo de la Revolución Homenaje a los héroes y mártires. ¡Cuántas personas coincidieron ese día feriado para ver todo el material recopilado por excombatientes! La primera sala reunía en forma de fotografías, biografías y reseñas, las denominadas razones que desatan las guerra y los nombres de los mártires. Luego, pasamos a una sala con memorabilia de apoyo a la guerrilla en el extranjero, de campañas y alianzas. En la siguiente sala podés ver armas, cascos, planes de ataque, y más sobre la vida en el campamento; y alguna foto inapropiada de los visitantes del museo posando con rifles, porque cada quien, veá… Y, bueno, también se rinde homenaje a las victimas del masacre del Mozote (aunque no es allí el “sitio histórico”, del cantón El Mozote), carros blindados conservados en representación de cooperación extranjera, y la guarida de la Radio Venceremos, en la que podés ver el ingenio capaz de lograr la difusión por radio.

La tarde se iba asentando, y nos faltaba ver el campamento guerrillero y el cerro de Perquín. Pagué 0.50 centavos de dólar extra y concí las grutas, los tatúes, puentes colgantes que yo llamo “The Bridge of Death” en homenaje a Monty Python and The Holy Grail; además de las trincheras y materiales que usaban en los hospitales, todo sobre el relieve accidentado de las montañas de oriente, el extremo de nuestro país.

La subida al cerro la podés hacer en caballo, pero yo me eché la subida a pie, tomando fotos como que no fuera de aquí, porque ¿hacía cuánto que había estado en esta parte del país? El paisaje es tan diferente y el esta época del año la vista a las montañas, unas tras otras hasta llegar a Honduras, es hermosa. La belleza es resaltada por los cielos despejados y la luz de la tarde, que ya se estaba yendo.

La siguiente parada era la Casa de Mi Abuela, para un segundo tiempo de comida, tarde, que reemplazara al almuerzo y la cena. Gasté 3.25 en una porción de papas fritas, una orden de enchiladas de pollo y un jugo de mora, hasta gané puntos entre mis compañeros de viaje por la astucia de comer tanto por tan poca plata.

vista desde el Cerro de Perquín
A las 8:00 pm muere todo el night life de la zona. Ahora solo nos quedaba leer, ver una película, sufrir de Cabin Fever, etc; para al día siguiente irnos a bañar a la Poza La Culebra y al Río Sapo. Cuenta la leyenda que si iniciás el año bañándote en las aguas cristalinas del Río Sapo, te limpiás las gomas de todo el año que viene.

Patricia Trigueros

Paty Trigueros

105 lbs, Sagitario, 1m56. Paty Stuff son las cosas que llenan mi agenda, las reseñas y anécdotas que lo recuentan. Hablo español, inglés, francés y spanglish. Me exilié en Francia por cuatro años y al regresar caí en copy publicitario, entre otras cosas. Redacto, escribo, traduzco, me río, tomo mucho café, soy una fumadora de medio tiempo y como como señorita pero tomo caballero.

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