De lunes a viernes

Fiebre del Viernes en La Noche

El lunes y el viernes se parecen en algo. En una semana laboral normal habitan 5 días hábiles, cada uno compuesto por 24 horas que uno divide en tres tiempos de comida, hobbies, trabajo, familia, amigos, amores (como el cine, los cigarros, la televisión…) y la diferencia entre un día y otro está en cuanto más cerca está del viernes o del sábado, la mágica instancia del fin de semana en el que deforman los periodos de tiempo. No importa si una noche se estira y junta a Joan Baez con tango argentino con lluvia de meteoritos con un pastel de cumpleaños de La Tecleña que deja manchados los labios de negro, porque es sábado, no hay que ir a trabajar mañana.


Los sábados no arrancan en la mañana, no necesariamente a las 8:00 como el caso de un lunes o un determinado viernes, el principio y el fin de la semana de estar alerta, sensato, insensible y resistir a la presión o hacerte amiguísima del estrés… El lunes y el viernes se parecen en algo con la diferencia de que esto, precisamente, esta promesa del sábado y del domingo hace que tantas cosas parezcan buenísima idea un viernes por la noche.


Puede ser que se vayan por algo después del trabajo, solo uno; más cuando el día está así de clarito que a las 5pm el sol aún te deja ciego, un poco. Un par, nada más, chambreando, de preferencia en una terraza modesta en la que podamos todos fumar y hablar basura. (Pasa que adentro, con el aire, las mesas grandes quebrantan círculos de diálogo y se opacan los chistes del grupo por culpa del ruido de la música y de las mesas que se van llenando de familias alegres.) Y en el círculo o cuadrado de un par de tragos, fácil descubrimos al que se va temprano con mesura, a los externos que se incorporan, y a los que les deja de importar todo y empiezan a rebotar de un lugar a otro. Así es como uno termina chocando contra una acerca, haciendo leña la llanta y llegando de arrastradas a la Texaco más cercana prometiéndose que ya nunca jamás va a tomar y a manejar.


Podés empezar con una inocente invitación a La Casa Tomada, porque hace sentido alcanzar a ver esa exposición de la que te habían hablado, y después, no sé, ¿por qué no ir a comer? Solo que en vez de irnos a comer, nos quedamos platicando con una mesa entera de amigos y desconocidos, Hola, mucho gusto, de cerveza en cerveza salen verdades chiquitas de qué tenemos en común y suena todo muy mágico cuando se plantea con esa tonalidad de planes efímeros y con Dame tu correo, mañana te lo mando, variantes de este afán por compartir y solo decir que sí a links de YouTube sin abrir...  Y no, no termina allí: termina bailando y cantando Calle 13 y comiendo tortas a las 3:00 am en la San Luis. Well, it’s still early y mejor cenar tarde que nunca.


¿O qué tal la alternativa de bar hopping en Santa Tecla? Se escoge una casa no muy lejos de la 7 ave. norte como punto de partida y luego se inicia el recorrido que inicia con los bares del cafetalón, pasando por El Paseo del Carmen y Teklebab y se puede llegar hasta Yemayá y (no sé, talvez, habrá que ver) Rayuela. Advertencia: no es lo mismo Thekla (Pub) que Teklebab. El recorrido está abierto a que se escuche rock en Floyds, se baile techno en Lima Limón o en Casa Carmela, se devoren döners en Teklebab con las recomendadas papas istanbul, tsasiki y el marmaon (que siempre pido)... No se discriminan alcoholes. Al contrario: es perfecto para que quienes no tomen tequila tomen tequila. De seguro se topan con alguna rola de los noventas en el largo camino hacia la madrugada. Al mismo tiempo, existe la posibilidad de “Paso por vos y vamos a comer” como una primera parada antes de oír jazz en Yemayá, una parada que se alarga y se convierte en una noche de Coca Zero y conversación infinita. Ya es como tarde, ¿no? Ese día íbamos a escuchar al Brujo, pero se nos hizo tarde.


Ojo que Brujo no solamente existe en Yemayá. Otro trip puede ser vámonos a La Guitarra, El Tunco. Ir nada más por ir, luego regresamos. Puede ser que sea jazz o Nadia Maltés, hermosa. Yo que no bailo, bailé y quise cantar, y esa noche el cielo sí estaba estrellado y sí había brisa que abona al sentimiento de Yo hoy me voy a relajar. Hoy hay que hacer estas cosas con el cuidado que hay que tener los días muy calurosos y las noches estáticas como las de ayer, en las que no, no se siente ni la brisa del mar.


Los viernes se parecen un poco a los lunes, con la diferencia de que hoy importa poco el desenlace. Mañana es sábado. Si hoy nos vamos a Ataco, o a Zanzíbar hasta que dos meseros y dos vigilantes conspiren en nuestra contra para echarnos, o que seamos los últimos invitados en irnos, o que se queden en mi casa hasta las 3:30/4, o nos quedamos pendejamente circulando el mismo tema hasta que se nos cierran los párpados, igual ahí mañana dormimos.

y tú, ¿cómo vives los viernes?
Patricia Trigueros

Paty Trigueros

105 lbs, Sagitario, 1m56. Paty Stuff son las cosas que llenan mi agenda, las reseñas y anécdotas que lo recuentan. Hablo español, inglés, francés y spanglish. Me exilié en Francia por cuatro años y al regresar caí en copy publicitario, entre otras cosas. Redacto, escribo, traduzco, me río, tomo mucho café, soy una fumadora de medio tiempo y como como señorita pero tomo caballero.

1 comentario:

  1. ¡Me encanta todo lo que escribes!. Cada día paso a ver si hay alguna entrada nueva, y de blogger a blogger te digo, te respeto muchísimo como persona, y deberían existir más personas como tú.

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