Cosas como los lunes parte 2

6:54 , 1 Comments

But I love coffee
Lo confesé anteriormente en "Confesione: cosas como los lunes": los lunes y yo tenemos una historia. En el 2006 se convirtieron en el día oficial de mi leve-depresión, días reservado para lo que parecía ser maltrip rezagado que se manifestaba en lágrimas, en "What's the point?" e incertidumbre. Además, suelen acumular también presiones laborales, estudiantiles, tráfico automovilístico, errores de ortografía, comentarios idiota, etc. Y, también, siempre parecen agarrarte por sorpresa, por tan fuerte contraste entre el domingo y el lunes. Lunes, te odio.

Y no de una manera light como mi odio-amor por Francia, no. Un odio más puro, comparable a otro montón de cosas que simplemente chocan conmigo y me sacan de onda.

1. El ruido cuando estoy trabajando, escribiendo, leyendo. No es una constante, como lo era en mis recuerdos de la vida de una amiga (Maria del Mar, sos vos), que cuando nos juntábamos a estudiar ella usaba tapones de oído porque el más mínimo sonido, como el de mi respiración o el roce del algodón de mi ropa con la alfombra en la que estábamos tiradas, eso la desconcentraba. El mío es más inconstante, y puedo lidiar con cierto volumen de ruido. Pero, he aprendido lo siguiente: a) no soporto el ruido de matanzas de mis ex-compañeros de trabajo cuando se les enciende el chip de Juguemos Call of Duty, b) la música que escucha mi hermana o en las mañanas o en la radio cuando me subo a su carro o hace 10 minutos que ella insistió en hacer ejercicio con música a todo volumen en lo que yo trataba de hacer un trabajo, c) el ruido de Starbucks. Sí, ese bullicio de cuando vos llevás tu compu para adelantar trabajo y/o pasar un buen rato contigo misma y, de repente, estás en un zoológico con sonidos que, a medida crecen, aumentan tu desconfort. Ajá, yo sé: hay que llevar audífonos y tapones de oídos consigo, siempre. You never know.

2. Estar enferma y sin saber cuál es el diagnóstico, es como el fin del mundo. Hasta que no me digan qué es lo que tengo, me autodiagnostico deficiencia renal, hígado graso, sinusitis, diabetes, etc.

3. Perder el tiempo es algo que solía odiar. Esperar, estar en tráfico, esperar de nuevo, cualquier cosa que venga a meterse entre yo y mis ganas de hacer algo. Ahora, sin embargo, me encuentro a menudo perdiendo el tiempo. Me he vuelto lenta y me quedo haciendo NADA por un buen rato. Ahora, me odio un poco a mí misma por perder el tiempo.

4. Que me queden mal. Mientras otros pueden tomar cosas a la ligera, yo suelo tomar un poco con seriedad este asunto de los compromisos. Esto implica, por ende, mover cosas, hacer esfuerzos por cumplirlos, organizar todo en función de algo o alguien externo. Cuando ese alguien me cambia los planes, me queda mal, me enojó. El resultado puede ser como una puteada transparente o un comentario pasivo agresivo como "No sé, ahí voy a ver". Ay,  esfuerzos fútiles son como los lunes.

5. Que se me meta un huishte, pero el lado bueno es que esta aversión por meterme un huishte me hace más responsable: cuando se me quiebra algo*, hago todo lo posible por dejar todo nítido y sin huishtes para así evitar disgustos. (Aunque los demás cuestionan mi eficiencia)
*porque uno no quiebra las cosas: las cosas se quiebran

6. Las migrañas como esta que me atacó todo el domingo, se puso peor por la noche, me despertó en la madruga y ahorita aún me está jodiendo. Quiero creer que no es grave pero al mismo tiempo creo que debo ir al neurólogo.

Pero hasta aquí llegaré con la lista de cosas como el lunes parte 2. No quiero entrar a hablar de materialismo, capitalismo, neoliberalismo. Y no todos los lunes son malos así que, ahuevo, feliz lunes.
Esto debíamos hacer todos los lunes




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Paty Trigueros

105 lbs, Sagitario, 1m56. Paty Stuff son las cosas que llenan mi agenda, las reseñas y anécdotas que lo recuentan. Hablo español, inglés, francés y spanglish. Me exilié en Francia por cuatro años y al regresar caí en copy publicitario, entre otras cosas. Redacto, escribo, traduzco, me río, tomo mucho café, soy una fumadora de medio tiempo y como como señorita pero tomo caballero.

1 comentario:

  1. El lunes es un día especial, sin duda alguna, pero mas que odiarlo, hay que aprender a aprovecharlo, porque definitivamente, se aprovecha de forma diferente que el resto de los días.

    Por ejemplo, me doy cuenta que como medio mundo no está haciendo nada en sus trabajos los lunes, mi blog se vuelve un poco más visitado que de costumbre y en especial si posteo sobre lunes, es como he llegado aquí.

    Feliz Lunes
    http://troleandogeeks.com/post/102261793614/cuando-apenas-alcanzo-el-tren-del-lunes-en-la-manana

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