Remedios caseros o siete maneras de combatir la resaca


A la izquierda: una colección de ensayos publicada por Notting Hill Editions, editorial boutique especializada en el arte del ensayo. A la derecha: mi pitch sobre las dolencias inducidas por el alcohol.

Después de no usar mi carro por más de 24 horas, me subí y encontré una botella de medio litro de kombucha de remolacha y jengibre, 3/4 consumidos y el otro puchito, abandonado. Classic, pensé. Andaba de goma el otro día y pasé por Kombucha, a alimentarme y llevarme mi booch para restablecer mi sistema nervioso y/o hígado. Lo mismo hicimos un sábado en Guatemala, después de tomar hasta la 1:37 AM, desayunar a las 10:59 AM, ¿por qué no pasar a un sitio que a penas recuerdo, en la zona 10? Dos kombuchas para nivelarse, y luego iríamos por pizza, porque desayunar tarde no debería ser sinónimo de saltarse el almuerzo, ¿o sí?


Pero es que yo no tomo mucho, porque mi hipoglicemia es el árbitro que regula hasta adonde puedo llegar. Si cruzo la línea, si me paso de mi cuota… Pues, me dan Pancreas Blues, que no es lo mismo que esa resaca como expresión de deshidratación, procesando el alcohol, trabajando el hígado. Aún así, a veces con poco alcohol ya me encuentro de nuevo en el delirium tremens familiar de Ay, Dios, quisiera estar durmiendo, pero estoy aquí muriéndome de goma. Y así como están los ‘buchas, también hay otros métodos prácticos para lidiar con la resaca.


Ginger-honey-f*cking-anything
Habíamos estado juntos, junto a todos los de ese curso intensivo, la noche anterior. Hubo mucho vino en la cena de graduación, un par de momentos extraídos de un musical indie, contemplación en el bosque, y más. Que cómo había amanecido, me preguntaron, y les dije que bien. Me levanté fui directo a comprar un jugo de jengibre y miel. Me había ayudado antes a sobrellevar una resaca, y ese sábado de julio no sería una excepción. Me veían como si no entendían, pero, yo siendo vieja y sabia, me creyeron cuando les dije que la soda de jengibre y miel te quita las gomas.


The Swimmer
Siempre que me despierto marchitada por la noche que me acaba de pasar encima… que a veces es un largo recorrido hacia perder noción de tus principios y otros igual solo es pura indulgencia en compañía confiable… me quiero arrojar a una piscina. Más de alguna vez me entrego completa a este deseo, y salgo en ropa de playa, a la piscina más cercana, así sea un chapuzón a la hora de almuerzo, o a primera hora. Muchas veces no funciona como remedio casero, pero alivia un poco. Es como ese milkshake que no le hará bien a tu estómago posembriaguez, pero sí que le hará bien a tu alma.


Food
Sí solo es resaca manejable, y no Pancreas Blues, uno de los síntomas es el hambre, y hay que comer. Una mesa entera de camperitos de Pollo Campero, o un bol de yogurt y fruta, o varios mini sandwiches, lo que el corazón gomoso pida. Si tienes apetito, hay que saciarlo.


Una ida al salón
El cambio de look revitaliza: cura cualquier gripe, apacigua cualquier goma. Por fuera, no tanto por dentro. Es como un escudo, para quienes gusten de vivir en negación.


CW
Es la abreviatura para “Coconut Water” que se ocupa en un DM de Instagram, cuando estás en Los Ángeles y tu amiga gringa viene a tu auxilio con agua de coco. Hoy, aquí, aún es un recurso que remedia el mal de “lo que hice anoche”, proveniente de uno o varios tipos de alcohol. Una buena alternativa al electrolito, que cada vez se hace más popular entre bebedores irresponsables.


Hair of the dog
Después de un ginger-honey-soda para aliviar mi malestar crónico, logré despabilarme con eso y una ducha, y ánimo. Levanté una copa de rosé y me tomé una selfie. La envié en una conversación de What’s App diciendo: “Mala hierba nunca muere.” No fue muy distinta la vez en la que inicié una conversación hablando de la gran resaca que tenía, pues había habido una fiesta, mis zapatos amanecieron en el jardín, y…. al rato estaba sonriéndole a mi medio litro de cerveza, diciendo que se me había ido el dolor de cabeza. Si tenés suerte, seguir una resaca con alcohol cancela la borrachera anterior, y amaneces nítida. Si tenés mala suerte, allí te quedaste, perdido en el malestar perpetuo, como un castigo divino.

La verdad es que toda resaca fuera más tratable a medida habrían horas de sueño. Pero, generalmente, debemos despertarnos a ser personas el día siguiente y no siempre podemos darnos el lujo de agonizar en sábanas, con Anomalisa (20015) de Charlie Kaufman sonando al fondo, Netflix siendo una fuente inagotable de entretenimiento hecho a la medida de querer ignorar. Todos estos remedios son solo un intento de contrarrestar la falta de horas de sueño (porque noches de salir o platicar te las quitan), y un intento desesperado por engañar al cuerpo y agotar las salidas que no sean, pues, solo dejar de tomar y no volver a fumarme un cigarrillo. Ese camino no lo quiero tomar. Quiero, en vez, lo mejor de dos mundos.

Ser invencible sería genial.

Ginger honey soda + café negro, sin azúcar
Cotton Bean, Brooklyn, NY


Kombucha de jengibre, remolacha y limón

Paty Trigueros

105 lbs, Sagitario, 1m56. Paty Stuff son las cosas que llenan mi agenda, las reseñas y anécdotas que lo recuentan. Hablo español, inglés, francés y spanglish. Me exilié en Francia por cuatro años y al regresar caí en copy publicitario, entre otras cosas. Redacto, escribo, traduzco, me río, tomo mucho café, soy una fumadora de medio tiempo y como como señorita pero tomo caballero.

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