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Películas no-familiares


familiar

  • consanguíneo, emparentado, pariente, ascendiente, descendiente, colateral
  • usual, acostumbrado, común, habitual, consabido, conocido, ordinario
    • Antónimos: raro, extraño
  • hogareño, casero, sencillo, llano, doméstico
    • Antónimos: mundano
  • conocido, local
    • Antónimos: extranjero


Es cierto que hay días de días. Hay días en los que nos sentimos bien, hay días en los que nos sentimos mal. (Hablo por mí y mi emociones, nosotros hoy no sentimos bien.)


Hay días en los que no, no puedo ni con algo tan sencillo como ponerme un par de jeans.


Así mismo, hay días que ni a la fuerza me entra cine arte japonés, mientras que  hay días en los que sí –y experimento entonces esta sensación (familiar y extraña) de sentarme en la cama a ver El Imperio de los sentidos (1976)–. Hay días en los que solo quiero una película que me es familiar, que me haga sentir como que es la primera vez que la veo (pero a la vez me sorprenda porque ya no me río igual en Coming to America (1988).


Hay días en los que todo fluye y solo sucede, y me encuentro viendo películas extranjeras y extrañas, sin mayor preámbulo.


En cuanto menos sé qué está pasando, más soy capaz de hacerlo.


Lo mejor es no tener ni idea de qué es lo que vas a ver, sin sugestión alguna, iluminada dentro de la ignorancia, y solo decir sí.


Me quedo, luego, con estas buenas opciones para mi actividad favorita, en uno de mis lugares favoritos: cine en la camaaunque esporádicamente no hayan sucedido en mi cama.




El poster de esta película me guiñó el ojo cuando, en una visita a México D.F., entré al cine de Reforma 222 a ver Birdman (2104), película que aunque amé fui incapaz de cachar al 100% y valorarla por su afición por Godard, EN FIN, pasemos a lo siguiente, ¿en qué estaba? Ah, bueno: el caso es que justo estaban dando Relatos Salvajes. Mi cita para Birdman fue quien señaló lo que ocurría, y él fue a verla y me lo contó todo, sin decirme nada: al parecer es buenísima, y son como cuentos, ¿no? La terminé viendo en una esquina de Cinépolis en San Salvador y la he vuelto a vivir a través de conversaciones de Hey, está esta película argentina en Netflix, y preguntas como ¿cuál es el que te gusta más? “El” siendo el pronombre para referir(nos) a uno de estos relato de venganza, cargado de emociones, contando en cortometrajes hilado porque, pues, al final las situaciones varían pero no la motivación es un poco la misma. Mi favorito es el último relato, el colmo de lo incómodo. Las historias y los personajes pueden parecer lejanos y extranjeros, pero el estilo y el formato está hasta en el último libro que leí (La frontera de Cristal, Carlos Fuentes) y en episodios de Black Mirror como el que vi ayer.


2046 (2004) de Wong Kar-wai, Hong Kong


Yo llegué tarde a la fiesta de este director chino y vi 2046 sin haber visto nada de él. Para mí, él era sólo sílabas extrañas hasta que vi esta película rarísima. La volví a ver hace poco, porque llevaba días con ganas de esas escenas coloridas ajenas a mí geografía y a mi realidad.


Aún no sé de qué se trata, pero es lo máximo. Siguiendo la tradición de L’année dernière à Marienbad (1961), uno se la pasa haciéndose preguntas.




¿Por qué ver una película Rumana?
La respuesta es: Porque ¿por qué no?
Se descargó en tiempo récord, y las reseñas decían que era buenísima. Y así fue como, desde mi sofá y con ayuda de un cable HDMI, me eché el rollo de un tipo pobre, que vive comiendo mierda porque todo es carísimo y a la gente no le alcanza la plata. Cuando conoce a una modelo guapa, todo se pone peor, pues  esta tipa tiene gustos muy caros. ¿Qué hace? Todo cambia cuando conoce a un escritor que vive de escribir guiones para mendigos: la agencia artística  Filantropica que asegura que el que no tiene con qué comer, recaude plata de quienes tienen para regalar. Las historias son buenísimas, el tratamiento cómico y el final, devastador.


Toni Erdmann (2016) de Maren Ade, Alemania


Fue hasta que llegué a Film Forum que me di cuenta que estaba por ver una película alemana. Fue hasta que la terminé de ver que me di cuenta de que no, no es exactamente una comedia.


Es preciosa, visualmente y en cuanto a contenido. Llega a ser tan rara y extraña que nos saca risas, pero viene de la personalidad intrínseca de la historia de un tipo cuya hija necesita más ayuda que él. Es dulce, encantadora, y muy interesante. La quiero volver a ver, desde mi cama, un domingo como hoy.



Estas películas están juntas porque las vi en el avión. Un transatlántico parece mejor lugar como ningún otro para ver películas extrañas y extranjeras. ¿Cuándo más voy a tener un menú interactivo de cosas en otros idiomas? Escogí entonces la historia japonesa de una mujer que lucha contra todos los sistemas de burocracia, hasta el final, y reivindica sus libertades de maneras sutiles pero determinantes. (Y hay un par de personajes y una subtrama que me confundió, pero a veces uno le pierde el hilo a los subtítulos; o es que soy tonta y no le pasa a todos, no sé.) En cuanto a I, Daniel Blake, lo más importante es que lloré y lloré.  Tengo una debilidad por el tema de injusticias, desigualdades, y realidades subjetivas; además de que Daniel es un hombre muy lindo y dulce.
La lista


Películas familiares



familiar:
2. adj. Conocido previamenteSu cara me es muy familiar.


Texto de ayer, hoy:

Hoy es sábado, pero se siente como domingo. Se me habían olvidado los viernes, ¿quién diría? Y desperté privada de sueño y lejos del bienestar zen etc, eso que profesa Goop y permea en todos los Gwyneth-relatos.  Las calles de San Salvador llenas, el tráfico colapsado, nivel “¡Qué barbaridad!”. Ah, chís, si es sábado al medio día. Yo juraba que iba a ser un domingo-sin-nadie-en-la-calle, un domingo con cosquilleos de
quedémonos-viendo-una-peli.

Hay domingos como para ver algo nuevo, nada que ver, extranjero y extraño. Y hay domingos de películas familiares, conocidas.

Pero ese sábado dominguero, tenía muchas ganas de ver una película estilo E.T. the extraterrestrial (1982). Hay días en los que simplemente me dan (muchas) ganas de volver a sentir la emoción de que E.T. está metido de entre las muñecas, o ver cómo se emborracha en la casa por negligencia terrícola. Regresar a los props de esa época, a los Reese's Pieces; qué cabrón este Steven Spielberg y su fórmula perfecta con humor, product placements y también drama. Uno ríe y llora con la historia de un extraterrestre mágico, cuya voz es de la actriz nominada (o galardonada, no sé) Debra Winger (Terms of Endearment (1983), Forget Paris (1995)). Aprendí este dato curioso leyendo la enciclopedia digital de cine Cinemania 96.

Highlight: E.T. sale a por dulces y salvación una tarde de Halloween gringo y, cuando se le atraviesa un cipote vestido de Yoda, nuestro héroe epónimo pela cables* y empieza a gritar “Home! Home! Home!”.

*pelar cables: regionalismo sinónimo de alocarse.

¿Adónde estabas tú cuando salió Jurassic Park?

Otras veces, quiero regresar al Jurassic Park (1993). Hablo de the real Jurassic Park, no los gremlins raros, sous forme de secuelas y remakes, que salieron después. Hablo del amor implícito entre Sam Neill y Laura Dern, el conflicto moderno de un hombre que no quiere niños pero se ve obligado a cuidar de dos niños (sin padres responsables) en una isla de dinosaurios (¿?), en donde (cf Seinfeld) es el villano. Este último presenta obvios característicos de hijo celoso y subestimado, pero dejando al lado su psyche... Men, ¡qué buena película! La musiquita me da escalofríos aún hoy y me transporta a estas escenas clave como la de la cocina, la de la cabra y a estar viéndola sin VHS con mi mamá gritando "¡La Mosca!" cada vez que salía Jeff Goldblum en escena.

Highlight: El rol subestimado de Samuel L. Jackson que vive fumando frente al ordenador diciendo "Hold on to your butts."

Creo que me caería muy bien ver The Goonies. Yo quería ser uno de ellos. Nunca ha habido tan perfecta combinación de realidad y fantasía, con personajes encantadores y de los mejores chistes de traducción en la historia del cine. Mis goonies, aún los quiero con todo y el drama que conlleva ser niños y estrellas de cine. Quiero decir que todo son highlights: la búsqueda del tesoro de Guille el Tuerto (One eyed willie) la dinámica terrorífica de The Fratellis, las historias de Chunk y su amistad con Sloth ("Heyy you guyyyss!")... todo es chivo. Gracias Chris Columbus y Spielberg por esta pequeña joya y el personaje estrella Rosalita, la empleada.

Y otra que era buena era Father of the Bride. Pasa de ser buen a  tanto verla, todos juntos, en la sala familiar o el cuarto de mis papás. Buenísimo el aturdimiento de la familia, la planificación de la boda por Martín Short... exportación de modelos culturales gringos. Los tres actos de la peli son muy divertidos, y la ternura atraviesa toda la película.

Highlight: mi papá lo pronunciaba "fazer of the brais", bien chivo.

En esta misma categoría de películas familiares, está The First Wives Club. No fue hace mucho que la vi en un sofá negro, por primera vez en la vida adulta o en mucho tiempo, con un amigo serbocroata. Él creció en Belgrado y yo en Centroamérica, pero a ambos nos llegaba ver The First Wives Club con nuestra mamá. Y de allí, en una conversación reciente, en la discutimos si yo era la Elise (Goldie Hawn) aunque francamente todas amamos a la Brenda (Bette Middler), descubrimos que nos vemos reflejadas en esas divorciadas. ¿Es la edad, o el haber crecido con ellas? La quiero ver de nuevo ahorita y montar una reinterpretación de "You don't own me". Te amo, Diane Keaton.

Highlight: ¿Qué ondas, Sarah Jessica Parker? Levemente odiosa de manera permanente, es más cerota de lo normal como la segunda esposa de Morty; perfecta en su papel. Mi conflicto preferido: Morty y Brenda, divinos.

Haré mención honorífica a Mrs. Doubtfire, pero acepto que es un poco enfermizo todo el vacil. Ebert lo puso de manera elegante: no es realista, no es viable. Pero tiene sus cositas que vale la pena...

Y abajo: una representación de cómo luzco físicamente los días en lo que me caería bien una peli así como familiar.
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Patricia Trigueros

Cine y El Salvador



Tengo una debilidad por las listas de películas que ver. Taste of Cinema siempre me entretiene y a veces, esculcando opciones para mis sesiones personales de cine en la cama, me topo con otras listas. La última exploración me llevó al tema de latinoamérica, y entre títulos fascinantes y también el eco de conversaciones privadas sobre buenas películas de región, recordé una lista de películas que hacen alusión a El Salvador. Momentos específicos que aluden a mi país y la exportación cultural específica y menor es lo que estas películas y estas mini-reseñas tienen en común:


Buffy The Vampire Slayer (1992) Antes de que fuera una serie que enjaula la estética de los late nineties, vino la película. Creo que la alquilamos. No solo estaba de moda Anne Rice, también estaba de moda Luke Perry y Beverly Hills 90210 (¿por qué? eso permanece un misterio). Lógicamente, alquilar esta película sobre una chica rubia popular que se entrena para acechar vampiros malévolos en la ciudad de (probablemente, no estoy segura) Los Ángeles, era algo que debíamos hacer. ¡Y me encantaba! Hay amor y hay acción, suspenso, ¡lo tiene todo! El vínculo entre ser cheerleader y vampire slayer queda más que evidente. Aparte, a medida ella entra en esta lucha se da cuenta de las frivolidades que la rodean y aprisionan al prójimo. Referencia a El Salvador: Buffy (siempre he querido saber ¿a quién se le ocurre ponerle Buffy a su hija?) va subiendo las gradas eléctricas de un centro comercial junto a sus amigas y deja bien claro que nunca se iría a El Salvador, que ¿qué diablos va a ir a hacer a El Salvador? Puntos a Buffy por su orientación geográfica y prejuicios.


Clueless (1995) es una comedia inspirada en Emma de Jane Austen, lo cual se puede tomar como una reescritura literaria y se pueden examinar los personajes y su trama desde ese enfoque en dado caso sea necesario defender la integralidad del film. Aparte, contiene mucha intertextualidad con referencias a Shakespeare, Sonny & Cher, Los Picapiedra y El Salvador, etc. Sin embargo, no deja de ser una puesta en escena bien cuestionable en cuanto a forma y fondo. Independientemente del valor utilitario de Clueless, la historia de una niña consentida que aprende a amar después de conflictos con la popularidad y entregada al consumismo, yo era fan. Fue por un par de años una película para volver a ver y bailaba a mis 8 años su soundtrack espectacular, la veíamos en grupo con mis amiguitas y cantábamos “Alright” de Supergrass en nuestras pijamadas. Referencia a El Salvador: la empleada de Cher se enoja porque ella no es mexicana, cuando Cher alude erróneamente a su nacionalidad. Cher no entiende y su interés romántico y como hermanastro o algo así, Paul Rudd, le dice “es de El Salvador, it’s an entirely different country.” Puntos a Paul porque nos defiende y porque no ha envejecido NADA desde 1995.


No sé si es personal y es porque me encanta Pedro Almodóvar, pero Todo Sobre Mi Madre (1999) es genial. Con un tono claramente dramático que aún deja entrar guiños y chistes, la historia de Manuela, la enfermera argentina que tras el fallecimiento de su hijo va y vuelve a Barcelona buscando al padre, Lola. Esteban muere sin saber qué ondas con la historia de su padre, saliendo de ver una representación de Un Tranvía Llamado Deseo interpretado por la gran Huma Rojo, actriz que este mismo seguía. Entre la referencia a Eva al Desnudo (All about Eve) y el comentario que debería de traducirse a “Todo sobre Eva”, y la alusión a “te voy a contar todo sobre tu padre”, y el trasplante de órganos, empieza este viaje, con fotografía y arte y colores divinos, en el que conocemos a Agrado, a Huma, a Nina, una adicta a las drogas y la otra adicta a la una; y Rosa, la enfermera que nadie sabe cómo se le ocurre follar con Lola. Esta película es uno de mis varios amores Almodovarezcos. Referencia a El Salvador: la madre conservadora de Rosa está asustada de que su hija quiere irse a El Salvador, país en guerra que recibe cooperación y Rosa, voluntaria. En el ‘99 que salió la película, El Salvador no estaba en guerra. Esta referencia nos obliga a situarnos un poco en el tiempo de España ochentera, a menos que se perciba desde aquel otro continente que seguíamos en guerra, pero hoy no vamos a hablar de los acuerdos de paz.


Debo admitir que me gustó mucho Training Day (2001) cuando la fui a ver al cine con mis amigos, como si fuera una salida de chicos. Me marcó ver a Snoop Dogg en la pantalla grande y la corrupción y el deterioro de los personajes. Me afligí. Referencia a El Salvador: Eva Mendes es la novia o amante del personaje de Denzel Washington y les trae una bandeja diciendo que les había preparado comida de mi país. Puntos al guionista de Training Day porque Denzel Washington ganó un Óscar ese año, y sobretodo porque yo me he escuchado diciendo también cosas como “now this is all El Salvadorian food”.


Creo que he visto The Last Kiss (2006) suficientes veces (2) para saber que es mala. Nunca he visto la original, L’ultimo baccio (2001), pero esta adaptación à la Zach Braff no es tan buena como Garden State, y eso que Garden State no es tan buena (no envejece bien, pero le tengo cariño porque nos dejó a The Shins). Un poco melodramática pero sin más, es como un poco plana, ¿no? Rachel Bilson desespera y las subtramas no traen mucho a la mesa tampoco. Referencia a El Salvador: uno de los amigos, en estas subtramas equis, decide que se va a ir a Sudamérica y suena de fondo la canción “El Salvador” de Athlete. Puntos porque la canción resultó ser bastante pegajosa y me ayudó a entender lo que me cantó un tipo que conocí en la universidad en el 2007, cuando le dije que era de El Salvador. “Como la canción”, me dije. Sí, yo llevo años en la universidad.





Patricia Trigueros

Mis pelis frenchies parte 2



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Otros títulos, como Amélie (2001) y La vie en rose (2007), me suenan a mí y a un montón de gente. Son parte de los referentes recientes de la categoría aquella que medio-amo, que disfruto, “cine francés”. Y mis pelis frenchis contemporáneas, estas son las que más amo:

“Eso es tan L’Auberge Espagnol (2002)”, porque sí, se convirtió en un adjetivo. Es la voz con la que te podés identificar de alguien perdido, haciéndose preguntas, viendo qué le funciona y qué no le funciona; aprendiendo a lo largo de su estadía Erasmus en Barcelona y a lo largo de lo que sería una trilogía con Les poupées russes (2005). Quizás el humor en esta ensalada de extranjeros que buscan idiomas en común para relacionarse y en tensiones que estallan es precisamente lo relacionable que es, relacionable incluso cuando lo ves desde afuera. Yo nunca he estado en Barcelona y no sabía lo más mínimo del programa de intercambio Erasmus, pero sé por Romain Duris en L’Auberge Espagnole que aprender catalán no es así no más y que mantener tu relación a distancia con Audrey Tautou es una prueba difícil de confianza.

Le Hérisson (2009) se anuncia como una historia un poco absurda, al principio, cuando escuchamos la voz de la narradora que dice, mientras filma escenas de su vida cotidiana, que planea suicidarse cuando cumpla 12 años. Dice que se rehúsa a terminar viviendo en la burbuja en la que vive su familia y que, como cineasta, no importa cómo morís: importa qué estabas haciendo cuando moriste. Pero en este burbuja fuera de la burbuja, se hace amiga de la conserje. ¿Qué hay detrás de esta mujer? Y vienen los altos y bajos de curiosidad y amor. De repente podemos encontrar más que solo las capas que vemos.

La sala de cine de Cinépolis se estaba riendo a carcajadas de los diferentes episodios que marcaron la vida de Guillaume Gallienne. Fuimos a ver Les garçons et Guillaume, à table! (2013) con mi hermana porque era un domingo tipo 6pm y el cine estaba lleno. A uno se le olvida más de alguien también opta por la tarde-noche del domingo para ir al cine y las entradas se acaban y ya no pudimos ir a ver ni-me-acuerdo-qué-película-era. ¿Qué están dando? Esta película francesa, que resultó ser hermosa y de mis favoritas, que tengo guardada en el iTunes para poner cuando yo quiera. Me da tanta risa. Mi risa aparte, es una autobiographical coming of age movie en la que seguimos a Guillaume desde chiquito hasta su vida adulta, por el camino de la construcción de su identidad y de su relación con su mamá. Lo más impresionante es la astucia con la que la película conserva la dinámica teatral de un monólogo, el formato original, e incluye otros elementos. La adaptación usa los recursos de la narración audiovisual para dimensionar la historia, la riqueza de esta historia; la confusión de que él no es como sus hermanos, los bailes en Sevilla, el horror y cómo huir del servicio militar, las maravillas de un boarding school en Inglaterra, la mamá y sus manías.

La vie d’Adèle (2013) es perfecta; larguísima, pero perfecta. “Se siente como que es de 4 horas”, es porque son casi 4 horas de realismo en el cine de un despertar y un primer amor, cuyo devenir no fue tan evidente. Adèle tiene 16 años y no se conoce, y no identifica qué siente y no se siente bien. Está acostada viendo al techo y tiene que ir al colegio y funcionar, pero luego conoce a alguien que la hace sentir lo que los libros de su clase de literatura francesa describe: un coup de foudre, que se traduce literalmente a “golpe de pólvora” o algo por el estilo. Con ese primer amor entre Adèle y “la del pelo azul” (que no recuerdo cómo se llama en este momento), viene una primera ruptura luego de un par de años. Ya no se encuentran, se han alejado mucho. No hay duda que la cinematografía y el tono de estas tomas largas que capturan el ambiente y los detalles de las lágrimas, las miradas, la duda, los defectos en la piel y los ojos que se inflaman (o los cuerpos que sudan en la cama) es lo que hace más fuerte a la película. “Lo que más me gusta”, decía mi María, “es cómo retratan a la sociedad francesa.”

“Paty, acabo de ver una película, buscala, se llama Le nom des gens (2010), la protagonista me recordó a ti!”, me dijeron, y creo que la vi de una vez sin ver el trailer. Hoy la he visto mil veces y ahorita, un domingo invernoso salvadoreño, la volviera a ver, fácil. Es de las comedias románticas más inteligentes que he visto y la comparo a la más grande de todas, Annie Hall (1977) de Woody Allen. Le nom des Gens (traducida al inglés, The names of love) se trata de un francés tan normal que se llama Arthur Martin, al igual que un montón de otros franceses. Conoce a Baia Bermahoud, “la única persona en Francia que se llama Baia Bermahoud*.” Lo más fascinante de esta peli es que lo que parece ser una estructura narrativa básica de boy meets girl y opposites attract, porque ellos son completamente opuestos, es en realidad más que eso: son opuestos porque crecieron en dos épocas en Francia diametralmente opuestas, en mundos simbólicos distintos, y todo tiene mucho que ver con el origen de cada uno. Y el proceso que narra estos choques entre dos personalidades, y la herencia cultural divergente, es divertidísimo.
*no sé cómo se escribe Bermahoud, y me da pereza chequear


la lista

de las escenas más lindas de Le Nom des Genes
Patricia Trigueros