Según la
contra-portada del folleto que me entregaron, "el estudio de la religiosidad popular es la nueva reina de las ciencias sociales. Algunos la consideran la expresión más profunda del proyecto cultural latinoamericano y la verdadera esencia de nuestra identidad." En el caso de
El Salvador, la religiosidad parece ser la
instancia de socialización entre diferentes culturas/tradiciones -- indígeas, afroamericanas, mediterráneas, anglosajonas -- y
el Primero Coloquio de Religiosidad Popular abordó el tema desde un punto de vista multidisciplinario y rigoroso. El
coloquio se llevó a cabo en el
Museo de Antropología David J. Guzmán (MUNA); empezando el lunes 23 con la ponencia de Pedro Escalante Arce,
Comentario sobre el Santo Oficio de la Inquisición en las provincias salvadoreñas (Academia salvadoreña de la Histoire), y terminándose el martes 24 de
septiembre, con la mesa de clausura
Experiencias Religiosa que reunía a autoridades religiosas (desde el padre católico Manuel Acosta; hasta Gustavo Pineda, Sacerdote
Maya, por nombrar a algunos).
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La historia de uno, dentro de la Historia nacional. |
A veces pareciera que las creencias y la religión son partes sagradas dentro de la institución personal de nuestro ego o individualidad, pero no significa que a nivel macro, a nivel del país en el que vivimos, existen construcciones y manifestaciones ajenas a nuestra mente que definen al país. A medida la
religiosidad popular salvadoreña determina a nuestro entorno, determina al menos parte de nuestra identida, ¿o no? En todo caso, es enriquecedor conocer más a profundidad, desde el mencionado punto de vista multidisciplinar, el funcionamiento de estas construcciones y manifestaciones culturales. Supongo que de allí el interés de la la
Secretaría de Cultura y demás organizadores y colaboradores en llevar a cabo el
el Primero Coloquio de Religiosidad Popular en
El Salvador, reuniendo a 15 ponencias de especialistas nacionales y extranjeros entre otras actividades paralelas de las cuales no participé, como las danzas tradicionales y la proyección de documentales
. Aún así, si asistí a cuatro de las mnecionadas ponencia y gozé de más de un cafecito, y uno de éstos lo acompañé de pan dulce, la debilidad de muchos de nosotros los bebedores de café. ¡Ah! Se me olvidaba mencionar la particpipación de las distintas instituciones académicas*: Universidad Tecnológica (
UTEC), Universidad de San Carlos de
Guatemala,
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), FUNDAR, Universidad Don Bosco,
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dirección Nacional de Investigaciones, Universidad de El Salvador.
Esuché a José Manuel González y su ponencia
Transcodificaciones y resignificaciones narrativas, un estudio sobre los efectos del encuentro entre las culturas occidentales, la herencia religiosa cristiana, en los códigos compartidos en la región; como la iconografía particular refleja la transcodificación (la adaptación de los mantos de los santos, avalados por la Iglesia, y los símbolos mesoamericanos que interfieren esta tradición)... y la atribución de otros significados a los símbolos en la religiosidad popular, institucionalizada. A éste le siguió
La visión del inframundo en la tradición oral pipil, un estudio de Jorge Lemus rico en investigación antropológica-lingüística que remonta a
los estudios del alemán Leonard Schultze-Jena, y asimismo a
las publicaciones de
Rafael Lara-Martínez como
Mitos en la lengua materna de los pipiles de Izalco en El Salvador. La revisión de la literatura y la mitología de tradición oral indígena revela las divergencias entre, por ejemplo, la teoría creacionista y el cristianismo y la herencia Maya y Pipil. Revela además el mundo simbólico de ese entonces, que puede interferir con el mundo simbólico que comparte la religiosidad popular hoy. Además, según lo que he leído de dichos mitos, esa literatura oral recuperada es pos-colonial y da fe de un encuentro de culturas, por la presencia de elementos que aluden a la venida de los españoles, y el mestizaje (un tema del que hay mucho que decir.)
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Y aquí un vistazo de lo que pasó el ese martes por la tarde |
Para terminar, quería mencionar la exploración del tema de Macario Canizales que expuso Marielba Herrera. Dicho estudio expone la
santificación popular, por así decirlo, de un personaje que se origina en la cultura popular de Izalco y trasciende al ámbito mitológico urbano. A pesar de su esencia urbana-mitológica, la superstitución o creencia en magia/brujería mezclada con la religión católico da luz al fenómeno de la veneración y la construcción de altares a este personaje. Una práctica que oscila entre dos focos de la religiosidad popular en
El Salvador, mas no la única. A esta ponencia le siguió
Amarres: magia erótica para la atracción amorosa y sexual, por América Alonzo. Esta investigación rinde cuenta de la práctica de
magia y creencias relacionadas, a unas cuadras de la
Iglesia El Calvario en el
Centro Histórico de San Salvador; y se centra en el tema amoroso y sexual por la tendencia de las personas a querer controlar los impulsos y las emociones amorosas o sexuales. De esta manera aprendí sobre los efectos de la manipulación de la parafernalia mágica que se vende y consume aquí en la ciudad, la mezcla de símbolos que definen la creencia (que puede llegar hasta la veneración de Venus, la diosa del amor y la belleza según la mitología griega), la simbología cromática que obedece de cierta manera a teorías de la sicología del color, los ingredientes y las categorías de "prácticas" como Amarres, retiros, y no me acuerdo cual era lo otro. Interesante también como la base de esta práctica religiosa es el principio de manipular las
energías de las personas. De haber hecho ese estudio personalmente, yo hubiera salido afectada, pues no soy inimpresionable y, al final de cuentas, es "de verdad" para aquellos quienes lo siguen. Pero esa soy yo: a mí me afectan los libros que leo y las películas que veo, me dejan sintiendo como el personaje principal por más alejado de mi realidad que sea. Creo que eso se llama progresión psicológica, en términos de análisis de discurso.... Sin desviarme más del tema, quiero agregar como en la religiosidad popular vemos los efectos de un medio de control de población como las iglesias, las instituciones religiosas, y ese afán individual de querer controlar sus propias vidas, lo cual alimenta directamente la superstición y es la tendencia natural del ser humano que explica porqué encontramos confort en rituales y tradición. Solamente.
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