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Cine en el cine, vol. 2



cine argentino, en un cine gringo

Soy malísima para ver películas. Son, al igual que los libros, más las películas que quiero ver que las que he visto, y siempre me digo que voy a ponerme al día… Pero sin Netflix, con poco sentido común y sin motricidad fina para la tecnología, nunca logro las metas proyectadas.


Culpo a las parejas que no me invitan a ver películas con ellos, en la comodidad de su casa, un lunes por la noche. Me mentí cuando dije que regresar a los DVD’s y ver cine en la cama iba a funcionar. Mi tele se me queda viendo todas las noches, con el potencial de conectarla a mi computadora con un cable HDMI que siento que descubrí ayer, pero de nada sirve si no sabes descargar archivos en lenguaje de computadora (.avi, .mp4, .whatever).


Ya no descargo ningún torrent de PirateBay.org.

[Mi tele] sirve para volver a ver Punch-Drunk Love (2002) y sobreanalizar las cosas, a solas, con el celular lejos y los cuadernos fuera de alcance. Ese día no quería documentar mis pensamientos. Yo le llamo “pensadera aguda” y es la razón por la cual digo No, yo no quiero de eso, gracias.


| I have a love in my life. It makes me stronger than anything you can imagine.


Alto, pará, Paul Thomas Anderson, no puedo.
La volveré a ver la siguiente vez que tenga ganas de entregarme a una pensadera leve.

Es una película tan linda.


Qué bueno que ya no tengo a mi alcance Hiroshima mon amour (1959), el análisis moderno de la Segunda Guerra Mundial y la memoria histórica, en el que Marguerite Duras te convence, una vez más, de que el amor imposible y la relación de amantes es el combustible del cual se alimentan todos aquellos que viven profundamente, y de verdad.


| Please, devour me. Deform me to the point of ugliness. Why not you?


Pero el cine en el cine, y no en la cama, me es más fácil. Las salas de cine, de hecho, existen para que la gente con discapacidad para ver cine en la cama, como yo, pueda ir, merodeando con o sin alero, y consumir lo que la dictadura de la sala de cine establezca.


Tenía meses de querer ir a Film Forum. “I’ve been eyeing that motherfucker for months”; íbamos para Houston Hall cuando lo volví a ver, a este cine independiente. No sé bien como llegar, pero sé que la parada es Spring St.


Íbamos tarde, pero logramos la función de las 8 y algo de Nadie nos mira (2017). Aparte de que sirve como presagio si estás viviendo en Nueva York en con mucha incertidumbre, esta película argentina sobre un man que no tiene papeles para quedarse, ni las ganas de confrontar sus cagadas y regresar. Goza del anonimato, las mentiras y el conflicto interno del que nos enteramos luego: el motivo por el cual se fue de Argentina, sigue en Argentina; y es mejor vivir precariamente en Nueva York que su situación de “ven, nadie nos mira.” El tono es muy interesante, como te va llevando… y uno lo ve, y quiere ver cambios en Nico… y los ganchos son sutiles. En fin, quiero volver a verla. Hay quienes migran en búsqueda, o siguiendo y no huyendo; otros que huyen, sin buscar nada más que no volver.


| Hola, Nico. Espero que tu experiencia en Nueva York vaya bien. Ya pasó mucho tiempo, ¿no? Ya está.


No es todo los días que en las salas de Cinemark se exhibe un documental danés sobre la sexualidad femenina, hecho por dos mujeres. Venus. Confesiones desnudas. (2016) es una ejecución muy sencilla y eficaz de un tema no tan sencillo: la realidad y los matices de la sexualidad femenina. Lo que lo hace particularmente eficiente es la presencia de la voz, la subjetividad; la franqueza. En el amalgama de estos fragmentos, mujeres pueden reconocerse, pero no si estos no son expuestos.
 
| Y francamente creo que lo hago para evitar que lo haga él.


Esa es la historia de Tamara, la locutora y una hamaca; vis-a-vis de su novio.


En el último festival de cine francés de Cinépolis, fui a ver Los ex (2016). No aprendí nada nuevo: esta comedia francesa cuenta que en París hay casi tantos exes como historias de amor, y ríe de los comportamientos erráticos de exparejas y del estrés inducido de mantenerlos cerca. Los exes varían, pero son exes por algo. Spoiler alert: Algunos, pasan de categoría “ex” a la categoría “volvamos.”


| Si Paris est la ville des amoureux, elle est aussi celle… des ex!


En Star Wars episodio Mil: The Last Jedi (2017) hay aventura, perseverancia y hombres guapos. La disfruté muchísimo, pero creo que mi experiencia fue sesgada por la cantidad de hombres guapos. Mi sesgo deja pasar cosas como el personaje perturbante de Laura Dern convertida en Admiral Holdo, el hecho que la tradición de entrenarse para ser Jedi es cosa del pasado, y que niños crecerán creyendo que el universo de Star Wars es una payasada. Todos somos Jedi, Mark Hamill está mejor que nunca, y puntos por el guiño a Obi Wan Kenobi y su gusto exquisito en hologramas; y puntos para mí porque esta vez no vi "la nueva de Star Wars" en una ida al cine en plan cita. La salida en plan amigos amortigua los recuerdos.


| The war is just beginning. And I will not be the last Jedi.


*magia*


La que sí vi en una cita –amistosa, no romántica– fue una obra maestra, de lo mejor del año [pasado]: Blade Runner 2949 (2017). Hay un antes y después de esa película, aunque quisiera que hubieran agarrado a Harrison Ford más joven y no esperar a que estuviera en ruinas. Mi rave wear es inspirado en la estética replicant, respeto más a Ryan Gosling y al género literario sci-fi/distópico. Yo quiero escribir algo así, y que desemboque también en esta especie de Las Vegas postapocalíptico. La robota villana es genial: tanto odio, y autodio en un solo ser… pero a Jared Leto le hubiera restado algo de eso caricaturesco. Esto no es una película de superhéroes. Quiero brindar con Harrison Ford y recordar la primera Blade Runner (1982) junto a él. Y para cortarme la palabra, una cita aleatoria que no significa mucho fuera de contexto:

| Sometimes to love someone, you got to be a stranger.

(Verla con tu mejor amigo, como preámbulo de tacos y cerveza premio, es una buena manera de pasar un miércoles. He de decirle a lasa salas de cine que la vuelvan a proyectar en el 2018)

Lo mejor de Extraordinario (2017) es que estaba en cartelera un domingo. Hacía frío y fuimos; me encanta ver cine en el cine los domingos. La película doblada al español conservaba el carisma, la astucia y lo encantador. Lloré varias veces. En mi época, la película familiar con Julia Roberts que había que ver era Stepmom (1998), pero las lecciones allí eran sobre ser cool y no juzgar, y bailar Marvin Gaye y Tammi Terrell. En Extraordinario la onda va más por la empatía. Mucho más.


| One should be kinder than needed.

Pero debo anunciarme a mi misma
que lo que está en cartelera este domingo 21  de enero de 2018
es trabajo acumulado y quizás 
puede ser
que me anime a reabrir una  cuenta 
en Netflix. 

Paty enojada con Film Forum, agosto 2017
cortesía de Mackenzie Filson
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Películas no-familiares


familiar

  • consanguíneo, emparentado, pariente, ascendiente, descendiente, colateral
  • usual, acostumbrado, común, habitual, consabido, conocido, ordinario
    • Antónimos: raro, extraño
  • hogareño, casero, sencillo, llano, doméstico
    • Antónimos: mundano
  • conocido, local
    • Antónimos: extranjero


Es cierto que hay días de días. Hay días en los que nos sentimos bien, hay días en los que nos sentimos mal. (Hablo por mí y mi emociones, nosotros hoy no sentimos bien.)


Hay días en los que no, no puedo ni con algo tan sencillo como ponerme un par de jeans.


Así mismo, hay días que ni a la fuerza me entra cine arte japonés, mientras que  hay días en los que sí –y experimento entonces esta sensación (familiar y extraña) de sentarme en la cama a ver El Imperio de los sentidos (1976)–. Hay días en los que solo quiero una película que me es familiar, que me haga sentir como que es la primera vez que la veo (pero a la vez me sorprenda porque ya no me río igual en Coming to America (1988).


Hay días en los que todo fluye y solo sucede, y me encuentro viendo películas extranjeras y extrañas, sin mayor preámbulo.


En cuanto menos sé qué está pasando, más soy capaz de hacerlo.


Lo mejor es no tener ni idea de qué es lo que vas a ver, sin sugestión alguna, iluminada dentro de la ignorancia, y solo decir sí.


Me quedo, luego, con estas buenas opciones para mi actividad favorita, en uno de mis lugares favoritos: cine en la camaaunque esporádicamente no hayan sucedido en mi cama.




El poster de esta película me guiñó el ojo cuando, en una visita a México D.F., entré al cine de Reforma 222 a ver Birdman (2104), película que aunque amé fui incapaz de cachar al 100% y valorarla por su afición por Godard, EN FIN, pasemos a lo siguiente, ¿en qué estaba? Ah, bueno: el caso es que justo estaban dando Relatos Salvajes. Mi cita para Birdman fue quien señaló lo que ocurría, y él fue a verla y me lo contó todo, sin decirme nada: al parecer es buenísima, y son como cuentos, ¿no? La terminé viendo en una esquina de Cinépolis en San Salvador y la he vuelto a vivir a través de conversaciones de Hey, está esta película argentina en Netflix, y preguntas como ¿cuál es el que te gusta más? “El” siendo el pronombre para referir(nos) a uno de estos relato de venganza, cargado de emociones, contando en cortometrajes hilado porque, pues, al final las situaciones varían pero no la motivación es un poco la misma. Mi favorito es el último relato, el colmo de lo incómodo. Las historias y los personajes pueden parecer lejanos y extranjeros, pero el estilo y el formato está hasta en el último libro que leí (La frontera de Cristal, Carlos Fuentes) y en episodios de Black Mirror como el que vi ayer.


2046 (2004) de Wong Kar-wai, Hong Kong


Yo llegué tarde a la fiesta de este director chino y vi 2046 sin haber visto nada de él. Para mí, él era sólo sílabas extrañas hasta que vi esta película rarísima. La volví a ver hace poco, porque llevaba días con ganas de esas escenas coloridas ajenas a mí geografía y a mi realidad.


Aún no sé de qué se trata, pero es lo máximo. Siguiendo la tradición de L’année dernière à Marienbad (1961), uno se la pasa haciéndose preguntas.




¿Por qué ver una película Rumana?
La respuesta es: Porque ¿por qué no?
Se descargó en tiempo récord, y las reseñas decían que era buenísima. Y así fue como, desde mi sofá y con ayuda de un cable HDMI, me eché el rollo de un tipo pobre, que vive comiendo mierda porque todo es carísimo y a la gente no le alcanza la plata. Cuando conoce a una modelo guapa, todo se pone peor, pues  esta tipa tiene gustos muy caros. ¿Qué hace? Todo cambia cuando conoce a un escritor que vive de escribir guiones para mendigos: la agencia artística  Filantropica que asegura que el que no tiene con qué comer, recaude plata de quienes tienen para regalar. Las historias son buenísimas, el tratamiento cómico y el final, devastador.


Toni Erdmann (2016) de Maren Ade, Alemania


Fue hasta que llegué a Film Forum que me di cuenta que estaba por ver una película alemana. Fue hasta que la terminé de ver que me di cuenta de que no, no es exactamente una comedia.


Es preciosa, visualmente y en cuanto a contenido. Llega a ser tan rara y extraña que nos saca risas, pero viene de la personalidad intrínseca de la historia de un tipo cuya hija necesita más ayuda que él. Es dulce, encantadora, y muy interesante. La quiero volver a ver, desde mi cama, un domingo como hoy.



Estas películas están juntas porque las vi en el avión. Un transatlántico parece mejor lugar como ningún otro para ver películas extrañas y extranjeras. ¿Cuándo más voy a tener un menú interactivo de cosas en otros idiomas? Escogí entonces la historia japonesa de una mujer que lucha contra todos los sistemas de burocracia, hasta el final, y reivindica sus libertades de maneras sutiles pero determinantes. (Y hay un par de personajes y una subtrama que me confundió, pero a veces uno le pierde el hilo a los subtítulos; o es que soy tonta y no le pasa a todos, no sé.) En cuanto a I, Daniel Blake, lo más importante es que lloré y lloré.  Tengo una debilidad por el tema de injusticias, desigualdades, y realidades subjetivas; además de que Daniel es un hombre muy lindo y dulce.
La lista


Películas familiares



familiar:
2. adj. Conocido previamenteSu cara me es muy familiar.


Texto de ayer, hoy:

Hoy es sábado, pero se siente como domingo. Se me habían olvidado los viernes, ¿quién diría? Y desperté privada de sueño y lejos del bienestar zen etc, eso que profesa Goop y permea en todos los Gwyneth-relatos.  Las calles de San Salvador llenas, el tráfico colapsado, nivel “¡Qué barbaridad!”. Ah, chís, si es sábado al medio día. Yo juraba que iba a ser un domingo-sin-nadie-en-la-calle, un domingo con cosquilleos de
quedémonos-viendo-una-peli.

Hay domingos como para ver algo nuevo, nada que ver, extranjero y extraño. Y hay domingos de películas familiares, conocidas.

Pero ese sábado dominguero, tenía muchas ganas de ver una película estilo E.T. the extraterrestrial (1982). Hay días en los que simplemente me dan (muchas) ganas de volver a sentir la emoción de que E.T. está metido de entre las muñecas, o ver cómo se emborracha en la casa por negligencia terrícola. Regresar a los props de esa época, a los Reese's Pieces; qué cabrón este Steven Spielberg y su fórmula perfecta con humor, product placements y también drama. Uno ríe y llora con la historia de un extraterrestre mágico, cuya voz es de la actriz nominada (o galardonada, no sé) Debra Winger (Terms of Endearment (1983), Forget Paris (1995)). Aprendí este dato curioso leyendo la enciclopedia digital de cine Cinemania 96.

Highlight: E.T. sale a por dulces y salvación una tarde de Halloween gringo y, cuando se le atraviesa un cipote vestido de Yoda, nuestro héroe epónimo pela cables* y empieza a gritar “Home! Home! Home!”.

*pelar cables: regionalismo sinónimo de alocarse.

¿Adónde estabas tú cuando salió Jurassic Park?

Otras veces, quiero regresar al Jurassic Park (1993). Hablo de the real Jurassic Park, no los gremlins raros, sous forme de secuelas y remakes, que salieron después. Hablo del amor implícito entre Sam Neill y Laura Dern, el conflicto moderno de un hombre que no quiere niños pero se ve obligado a cuidar de dos niños (sin padres responsables) en una isla de dinosaurios (¿?), en donde (cf Seinfeld) es el villano. Este último presenta obvios característicos de hijo celoso y subestimado, pero dejando al lado su psyche... Men, ¡qué buena película! La musiquita me da escalofríos aún hoy y me transporta a estas escenas clave como la de la cocina, la de la cabra y a estar viéndola sin VHS con mi mamá gritando "¡La Mosca!" cada vez que salía Jeff Goldblum en escena.

Highlight: El rol subestimado de Samuel L. Jackson que vive fumando frente al ordenador diciendo "Hold on to your butts."

Creo que me caería muy bien ver The Goonies. Yo quería ser uno de ellos. Nunca ha habido tan perfecta combinación de realidad y fantasía, con personajes encantadores y de los mejores chistes de traducción en la historia del cine. Mis goonies, aún los quiero con todo y el drama que conlleva ser niños y estrellas de cine. Quiero decir que todo son highlights: la búsqueda del tesoro de Guille el Tuerto (One eyed willie) la dinámica terrorífica de The Fratellis, las historias de Chunk y su amistad con Sloth ("Heyy you guyyyss!")... todo es chivo. Gracias Chris Columbus y Spielberg por esta pequeña joya y el personaje estrella Rosalita, la empleada.

Y otra que era buena era Father of the Bride. Pasa de ser buen a  tanto verla, todos juntos, en la sala familiar o el cuarto de mis papás. Buenísimo el aturdimiento de la familia, la planificación de la boda por Martín Short... exportación de modelos culturales gringos. Los tres actos de la peli son muy divertidos, y la ternura atraviesa toda la película.

Highlight: mi papá lo pronunciaba "fazer of the brais", bien chivo.

En esta misma categoría de películas familiares, está The First Wives Club. No fue hace mucho que la vi en un sofá negro, por primera vez en la vida adulta o en mucho tiempo, con un amigo serbocroata. Él creció en Belgrado y yo en Centroamérica, pero a ambos nos llegaba ver The First Wives Club con nuestra mamá. Y de allí, en una conversación reciente, en la discutimos si yo era la Elise (Goldie Hawn) aunque francamente todas amamos a la Brenda (Bette Middler), descubrimos que nos vemos reflejadas en esas divorciadas. ¿Es la edad, o el haber crecido con ellas? La quiero ver de nuevo ahorita y montar una reinterpretación de "You don't own me". Te amo, Diane Keaton.

Highlight: ¿Qué ondas, Sarah Jessica Parker? Levemente odiosa de manera permanente, es más cerota de lo normal como la segunda esposa de Morty; perfecta en su papel. Mi conflicto preferido: Morty y Brenda, divinos.

Haré mención honorífica a Mrs. Doubtfire, pero acepto que es un poco enfermizo todo el vacil. Ebert lo puso de manera elegante: no es realista, no es viable. Pero tiene sus cositas que vale la pena...

Y abajo: una representación de cómo luzco físicamente los días en lo que me caería bien una peli así como familiar.
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Patricia Trigueros

Cine y El Salvador



Tengo una debilidad por las listas de películas que ver. Taste of Cinema siempre me entretiene y a veces, esculcando opciones para mis sesiones personales de cine en la cama, me topo con otras listas. La última exploración me llevó al tema de latinoamérica, y entre títulos fascinantes y también el eco de conversaciones privadas sobre buenas películas de región, recordé una lista de películas que hacen alusión a El Salvador. Momentos específicos que aluden a mi país y la exportación cultural específica y menor es lo que estas películas y estas mini-reseñas tienen en común:


Buffy The Vampire Slayer (1992) Antes de que fuera una serie que enjaula la estética de los late nineties, vino la película. Creo que la alquilamos. No solo estaba de moda Anne Rice, también estaba de moda Luke Perry y Beverly Hills 90210 (¿por qué? eso permanece un misterio). Lógicamente, alquilar esta película sobre una chica rubia popular que se entrena para acechar vampiros malévolos en la ciudad de (probablemente, no estoy segura) Los Ángeles, era algo que debíamos hacer. ¡Y me encantaba! Hay amor y hay acción, suspenso, ¡lo tiene todo! El vínculo entre ser cheerleader y vampire slayer queda más que evidente. Aparte, a medida ella entra en esta lucha se da cuenta de las frivolidades que la rodean y aprisionan al prójimo. Referencia a El Salvador: Buffy (siempre he querido saber ¿a quién se le ocurre ponerle Buffy a su hija?) va subiendo las gradas eléctricas de un centro comercial junto a sus amigas y deja bien claro que nunca se iría a El Salvador, que ¿qué diablos va a ir a hacer a El Salvador? Puntos a Buffy por su orientación geográfica y prejuicios.


Clueless (1995) es una comedia inspirada en Emma de Jane Austen, lo cual se puede tomar como una reescritura literaria y se pueden examinar los personajes y su trama desde ese enfoque en dado caso sea necesario defender la integralidad del film. Aparte, contiene mucha intertextualidad con referencias a Shakespeare, Sonny & Cher, Los Picapiedra y El Salvador, etc. Sin embargo, no deja de ser una puesta en escena bien cuestionable en cuanto a forma y fondo. Independientemente del valor utilitario de Clueless, la historia de una niña consentida que aprende a amar después de conflictos con la popularidad y entregada al consumismo, yo era fan. Fue por un par de años una película para volver a ver y bailaba a mis 8 años su soundtrack espectacular, la veíamos en grupo con mis amiguitas y cantábamos “Alright” de Supergrass en nuestras pijamadas. Referencia a El Salvador: la empleada de Cher se enoja porque ella no es mexicana, cuando Cher alude erróneamente a su nacionalidad. Cher no entiende y su interés romántico y como hermanastro o algo así, Paul Rudd, le dice “es de El Salvador, it’s an entirely different country.” Puntos a Paul porque nos defiende y porque no ha envejecido NADA desde 1995.


No sé si es personal y es porque me encanta Pedro Almodóvar, pero Todo Sobre Mi Madre (1999) es genial. Con un tono claramente dramático que aún deja entrar guiños y chistes, la historia de Manuela, la enfermera argentina que tras el fallecimiento de su hijo va y vuelve a Barcelona buscando al padre, Lola. Esteban muere sin saber qué ondas con la historia de su padre, saliendo de ver una representación de Un Tranvía Llamado Deseo interpretado por la gran Huma Rojo, actriz que este mismo seguía. Entre la referencia a Eva al Desnudo (All about Eve) y el comentario que debería de traducirse a “Todo sobre Eva”, y la alusión a “te voy a contar todo sobre tu padre”, y el trasplante de órganos, empieza este viaje, con fotografía y arte y colores divinos, en el que conocemos a Agrado, a Huma, a Nina, una adicta a las drogas y la otra adicta a la una; y Rosa, la enfermera que nadie sabe cómo se le ocurre follar con Lola. Esta película es uno de mis varios amores Almodovarezcos. Referencia a El Salvador: la madre conservadora de Rosa está asustada de que su hija quiere irse a El Salvador, país en guerra que recibe cooperación y Rosa, voluntaria. En el ‘99 que salió la película, El Salvador no estaba en guerra. Esta referencia nos obliga a situarnos un poco en el tiempo de España ochentera, a menos que se perciba desde aquel otro continente que seguíamos en guerra, pero hoy no vamos a hablar de los acuerdos de paz.


Debo admitir que me gustó mucho Training Day (2001) cuando la fui a ver al cine con mis amigos, como si fuera una salida de chicos. Me marcó ver a Snoop Dogg en la pantalla grande y la corrupción y el deterioro de los personajes. Me afligí. Referencia a El Salvador: Eva Mendes es la novia o amante del personaje de Denzel Washington y les trae una bandeja diciendo que les había preparado comida de mi país. Puntos al guionista de Training Day porque Denzel Washington ganó un Óscar ese año, y sobretodo porque yo me he escuchado diciendo también cosas como “now this is all El Salvadorian food”.


Creo que he visto The Last Kiss (2006) suficientes veces (2) para saber que es mala. Nunca he visto la original, L’ultimo baccio (2001), pero esta adaptación à la Zach Braff no es tan buena como Garden State, y eso que Garden State no es tan buena (no envejece bien, pero le tengo cariño porque nos dejó a The Shins). Un poco melodramática pero sin más, es como un poco plana, ¿no? Rachel Bilson desespera y las subtramas no traen mucho a la mesa tampoco. Referencia a El Salvador: uno de los amigos, en estas subtramas equis, decide que se va a ir a Sudamérica y suena de fondo la canción “El Salvador” de Athlete. Puntos porque la canción resultó ser bastante pegajosa y me ayudó a entender lo que me cantó un tipo que conocí en la universidad en el 2007, cuando le dije que era de El Salvador. “Como la canción”, me dije. Sí, yo llevo años en la universidad.





Patricia Trigueros