Cosas en el CCESV
" La gráfica de Toño Salazar" es una muestra de las historietas del argentino Toño Salazar, publicadas en La Prensa de Buenos Aires en los años. Son adaptaciones e ilustraciones de cuento clásicos que revelan estilo único y contenido humorístico; un gran trabajo de literatura infantil, esa sutil rama de la literatura quetexto curatorio en la sala multiusos del CCESV |
conlleva significados
para adultos sin dejar de apelarle a los niños utilizando recursos visuales como la ilustración que viene a complementar. Menciono esta exposición porque está abierta
al público desde ayer en el Centro Cultural de España de San Salvador y porque la estuve viendo hoy, cuando llegué
al conversatorio “Diálogos entre literatura y ciencia: explorando las clavessobre la expresión de la violencia en el arte”.
El conversatorio comenzó
a eso de las 5:30 pm y se prolongó hasta casi las 8 PM – o por lo menos
a esa hora nos fuimos. Comenzó Claudia Herodier con reflexiones sobre la
violencia -- ¿qué es? ¿cómo se manifiesta? – y citó a Erich Fromm, pero no me
acuerdo de mucho más. Me acuerdo más, a ser honesta, de las ideas que expuso
Rafael Lara-Martínez. Como introducción, mencionó la influencia latente que
tenemos de Maximiliano Hernández Martínez, el “padre muerto”, una idea que
viene del Manifiesto del Partido Comunista de Karl Marx. Marx menciona la
influencia de un espectro, de este “padre muerto”, algo tomando de Hamlet, de
Shakespear, en dónde es personaje Hamlet es abordado y sorprendido por un espectro que representa su padre con costumbres anteriores a las de su tiempo – porque, según el Dr. Lara-Martínez “Marx era Shakesperiano antes
de ser marxista”. Así nos empezó a
hablar de cómo los intelectuales de la época de Martínez
defendían la violencia y la matanza. La divergencia entre las líneas de pensamiento
de personajes tales como Claudia Lars y Salarrué y los movimientos
sociales-indígenas fue tal que nunca se denunció la especie de fascismo nacionalista
que Maximiliano ejercía o quería instaurar. En vez, nos muestra el Dr. Lara
Martínez con documentos primarios como la revista Cypactly y boletines de la
Biblioteca Nacional, éstos defendían ideas cristianas-pacifistas que dejan
lugar a la opresión social. Por eso es que parece que padecemos del “síndrome
de Vichy”, nos explicaba Rafael: durante la ocupación Alemana en Francia, se apoyaban
las políticas antisemitas del régimen Nazi, la deportación de minorías y se
ponía en práctica la ideología en cuestión. Después de la Segunda Guerra
Mundial, la población francesa adopta la siguiente postura: “nosotros los
franceses no colaboramos”, se ignora la época de la colaboración con Alemania y
se valoran los movimientos de la Resistencia – tanto que Jean Moulin se
convierte en el mártir en honor a Francia, como símbolo representativo de la
guerra. En 1997, Jacques Chirac asume la responsabilidad de la colaboración en
Vichy, tras una reevaluación de la memoria histórica del país. Se trata quizás
de eso, de reconsiderar la memoria.
Paty gracias por llegar siempre al CCESV
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