Como como señorita, tomo como caballero
Era domingo y estábamos en la esquina de fumadores en la terraza del Hotel/Restaurante/whatever Roca Sunzal, Playa El Tunco Me preguntaron que cómo amanecí, que si estaba destruida o de goma, o bien. "Pues, osea. Allí voy" dije yo; a lo que me respondieron "Es que creo que a la Paty ya no le da goma. Paty, yo no sé cómo aguantás."
Y yo tampoco lo sé. Sólo sé que me acuerda a cuando, en mi primer primer año de la Universidad, descarté todas las enfermedades que me había autodiagnosticado productos de mi hipocondría porque me dije que así, con la energía que yo tenía de hacer todo lo que hacía y ser la última siempre, pues no podría estar como enferma-enferma, así como de-verdad-enferma, ¿o sí? Y esto se trata más bien acerca de ese sábado en El Tunco.
Bueno la verdad es que mi sábado empezó cocinando a las 9h30 de la mañana, un brunch que se transformó en una reunión de trabajo que duró de la 1:00 hasta 2:30. A las 3 estaba en la casa de mi hermano, recorriendo su casa nueva y reconociendo aquel póster de El Padrino y su parte de lo que era nuestra colección de DVD's (llámese "El Consejo de DVD'S" los miembros elegidos de la familia quienes aportaban opciones de calidad a la colección de películas)... Después pasé a estar sentada y me tomé dos Paulaner, rubias, heladas. Felicidades, hermano, y qué bueno que sólo somos dos tomando cerveza el sábado por la tarde. Más Paulaner para nosotros. Más cerveza para mí. (Nótese como no almorcé, sino que tomé).
A todo esto, desde las 3:30 había mara en The Carrot Concept. Fue Weeekend's Afternoon Party, lo cual se traduce a: fiesta de lanzamiento de la primera colección de camisetas de la marca Weekend. Son diseños coloridos, camisetas cómodas, atractivas, ingeniosas (como la que me compré yo de la calavera que está tomando en un after)... En el jardín divino-hermoso de The Carrot Concept, había gente desperdigada, cervezas, música de The House Project, banderines, patinetas, y una como actividad de hacer tu propia camiseta. Ojalá hagan otra, que yo sólo llegué un ratito, me tomé una Suprema, y me fui. Era sábado, había que ir al Tunco.
La primera parada oficial fue Tunco Veloz Pizzeria. Dos porciones de La Tunca, degustación de vino tinto que una señorita nos llegó a ofrecer, un grupo diverso, caras conocidas, un Screwdriver (porque hay veces en las que vodka con jugo de naranja hace sentido) y una Suprema. Pasamos después a La Guitarra, a bautizar las pláticas y las cervezas por venir con Jägerbomb. Yo recuerdo mi primer primerísimo jägerbomb, en el 2008, y su ahora familiar efecto. Y estaba tocando Brujo, jazz fusión, jazz rico, jazz bailable, jazz que seduce, jazz de aquí. "Va a estar Brujo, el mejor grupo de jazz de aquí, tocan bien chivo, y el chero del teclado es buenísimo" Sí, Bernardo, I know them, I like them; por supuesto que me apunto a La Guitarra. Ah, y le pregunté que qué pensaba al respecto de dejar de salir los sábados por la noche, como víctima del síndrome Late Twenties: "¿Cómo dejar de salir los sábados por la noche, si hay esto los sábados por la noche?" respondió, señalando a Brujo iluminado por las lucecitas de colores.
Y allí estuve. De lejos, estoy segura, parecía que estábamos hablando y hablando. De cerca, estoy segura, parecía más bien que sólo estábamos emborrachándonos con Suprema. Y estos son los versos borrachos:
no hay tiempo
no hay dinero no hay destino
no hay rumbo
no hay responsabilidad
no hay euro
no hay colón
no hay trabajo
no hay sonido
pero hay música en el silencio
***
La T-shirt de Weekend, la t-shirt del after. |
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